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LITERARIA

CAPACITANDO


Según una encuesta entre los norteamericanos, el mayor temor de estos era a hablar frente al público, y es que en realidad no todos podemos hacerlo, para muchos desde el colegio en el hogar e incluso en el trabajo es una incomodidad que hagamos ello. pero ¿es necesario saber hablar en público? Al parecer con todo lo experimentado, es indispensable.
Con el material en la mano a las cuatro de la mañana, después de un madrugador baño, partió el carro de mi hermano rumbo a Tacna; luego llegando al puente del río  Locumba bajé con las pocas cosas que llevaba y en un lapso de 15 minutos un automóvil nos llevaría al destino final, cruzando el hermoso valle de Locumba, una carretera asfaltada nos llevó al Santuario del Señor de Locumba, donde un bello templo que imponente se levantaba a la margen del río y del pequeño poblado se divisaba a lo lejos, además una modernísima construcción de la Escuela de Policías asombraba por su construcción. El auto continúo su marcha y después de pasar por allí, una trocha no asfaltada sería el prolegómano de la travesía, ya había transcurrido casi una hora y un letrero anunciaba la bienvenida al distrito de  Ilabaya, y las cosas cambiaron nuevamente una moderna carretera cruzaba el río Locumba en tres bellos puentes y el asfalto surcaba sobre los campos verdes cultivados de alfalfa, papa, especialmente cebolla; además un logrado cause de río que se guiaba con plantaciones de caña. en medio de estrechas quebradas, donde pequeñas poblaciones y caserones se habían diseminado por medio del camino dándole un bello aspecto, fueron 45 minutos de viaje por ella, y por fin el destino final. Un pequeño pueblo enclavado en medio de enormes cerros aluviales estaba a la vista, con casas antiguas y una colorida plaza se alzaba al centro y el valle con el río Locumba lo cruzaba  por la margen derecha, era Ilabaya.
Muchas personas en tan pequeño pueblo pululaban por la plaza y calles adyacentes, camionetas de trabajo en gran cantidad y hombres con chalecos anaranjados se hallaban desperdigados por varios lugares del pequeño poblado en numerosas construcciones que  se apreciaban desde todo ángulo. Entre el gentío caminé guiado por quien me había llevado y llegamos a la bella plaza con una pequeña, pero pintoresca iglesia, rodeada de casonas antiguas con llamativos balcones, construidas en barro y caña. Y allí se levantaba aquel edifico de material noble peor con techo de caña y barro, llamado el "Atajo" hospedaje  del lugar, ingresé allí y me alojé en una cómoda habitación compartida. 
Después de saborear la comida local, un riquísimo estofado y una sopa chacarera, y pasear para conocer el lugar, me alisté para el momento decisivo, y emprendí en medio de una llovizna el camino hacia aquel auditorio.
seis de la tarde y cuando llegué ya habían allí mas de diez personas, ingresé la maquina y el cañón multimedia estaban encendidos, esperando a que colocara mis diapositivas para iniciar la jornada de capacitaciones, un gran letrero en el auditorio anunciaba el inicio del taller de "Integración social", desde mi llegada ya habían pasado unos cinco minutos y al terminar de alistar la presentación llegó el coordinador del proyecto y me indicó ya el inicio del Taller, la hora "D" había llegado, al pararme frente al auditorio, ya con más de 50 personas en él, fui presentado por el coordinador y así inicié mi exposición , por supuesto que hubo temor y el sudor empezó a invadirme en los primeros minutos, mi corazón latía a mil y mi cerebro iba hilando las ideas que iba presentando además de los ejemplos que los acompañaban, fue unos 30 minutos intensos de exposición antes del primer break, la conversa se puso interesante y amena y esto no paraba el auditorio se llenó por completo y la gente aun parada seguía allí, después de compartir un paquete de galletas y un bebida embotellada, continué con la exposición, fue emocionante la participación del público tuvimos un debate sano y alturado y llegamos a conclusiones finales trascendentes para aquel poblado, donde padres de familia, docentes y trabajadores de la municipalidad comprendieron lo que erala participación vecinal, proyectos participativos, el rol que deberían de cumplir cada uno.
Ocho y media de la noche y salía de allí con una sonrisa en los labios y contento por el papel desempeñado en aquel taller en tan lindo y lejano pueblo tacneño en pleno corazón de la provincia de Jorge Basadre. 

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