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LITERARIA

DESPERTANDO

Sosegada la noche nadie esculpió en el silencio, ni las ninfas del otro
paralelo osaron corromperla, pero el run run del alba con sus trinos
irrumpio entre la espesa selva oscura de cemento para enfatizar que todo
había despertado, entre sollozantes y lineantes rayos, el sol gobernaba
el infinito espacio del urbano paisaje, y de un azul oscuridad, emplazó
el jaspeado pero acelestado techo terreo, las bandadas de fulgurantes
palomas amenizaban con  vuelos rasantes la llegada del día y la bruma y
brisa de la madrugada congeniaban con el sol para desvanecerse y dejar
un ambiente humedo de bienvenida y entrega al nuevo día.

Había ya despertado y entre sin sabores amargos y egoistas ganas de 
levantarme, simbeaba al amanecer tácito para trabajr nuevamente, mis
ventanales eran dos cuadrados plagados de incesante luz amenazante al
sueño que aún no me abandonaba, mis ojos aun parpadeaban y postrados
ante mis parpados no deseaban dar pie a la luz, un austero, pero agudo
sonido sucumbió entre mis rezagos de ecuanimidad, el ring de un tic tac,
me volvieron al día nuevo y mis articulaciones gateaban en sus pininos
de dar vida a mis extremidades, para efectuar mis movimientos de
levantamiento.

Entre queriendo y pidiendo permiso a mi encantado cuerpo, cada ebra de
músculo existente se iba acolmatando de cinética para a plazos cortos
estar de pie. Mis manos se apoyaron  dormidamente sobre las máculas
sábanas almidonadas por mi madre un día anterior que con su suavidad, me
hizo resbalar y trastablillar, terminando toda mi humanidad
literalmente entre las dolientes y frías baldosas beigs del dormitorio,
que instintivamente me hizo disparar y mostrar mi agilidad para estar de
pie, tomando rápidamente mis zapatos de inicio de día y correr a loss
ervicios para miccionar lo contendio y procesado toda al madrugada.

Así me entregaba al ritual de la inicación matinal, después de pararme
ante el lavabo y girar lentamente la perilla del grifo, el agua caía
raudamente, ente entre mis frescas manos y deslizaba las cientos de
gotas contra mi rostro, el cual iba tornándose por completo a la vida
real. Unas gotas de jabón matizaban con las líquidas gotas algo de
limpieza y frescura, luego con la toalla higienica rasgaba los rastros
de venturosa agua, luego el cepillo minimizado en un pequeño vaso iba a
higienizar mis dolidos y trajinados dientes , para pulirlos y darles
pulcritud en un despertar sano y ameno  para discurrir las palabras que
todo el día efectuaría, además de salvaguardar el aliento encendido que
contenía. Resguardado por las peinetas el liquido mas ampuloso del
corredizo estante del baño era el sahmpoo, quien presuroso encendiá
elpelaje propio para darle color y frescura caballeresca. después del
ritual del baño e intimar con espomjas y jabones líquidos y en barra el
agua discurría entre cada poro y piel adulta de mi cuerpo eliminando la
mayor cantidad de escorias y bichos microscópicos, además de resagos
incaculables de piel muerta, cogía la inmensidad de una toalla de tela y
lustraba  absorbentemente las muestras del baño contractuado con los
restos de aquella lluvia que remojo todo el cuerpo físico existente por
fuera.  En una épica lucha cogió un legajo de alcohol que empapó en todo
el cuerpo y extasió los poros dándole un respiro nuevo y oliente aroma,
entre las velludas axilas aires nuevso fuera del jabón se alojaban en
pequeñas gotas de desodorante afresado, que sostendrán el asfixiante
transpirar que abatirá el cuerpo de aquí a varias horas delante,
interiores nuevos limpios y en confesión pulcra darán cubrimiento a los
genitales, el torso será cubierto por telas coloridas y delgadas que con
botones y mangas arroparán el cuerpo, esto se complementará con largas
caídas de ropajes llamados pantalones los cuales serán sostenidos y
entalñlados  fijamente al cuepro pro una profusa y larga tira de cuero 
que a tino de correajes inspeccionará la cintura, los zapatos de
vibrantes clores y encendido brillo actuará azarosamente con las medias
que darám cobijo alos pies y dedos alli acurrucados, finalmente toques
finales al producto bien envuelto, será despachado ala oficina en buses
destinados para ello.

¡Tenga muy buenos días, jefe! 

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