NOVENTA AÑOS DE NOSTALGIA
Un 27 de Julio de 1921 nació un hombre que representó y representa para nuestra familia el pilar de su formación y el cual en su soledad pudo sacar adelante a su hija menor con la cual se quedó a vivir hasta sus últimos días. Este hombre es AURELIO JIMENEZ VALDERRAMA, preclaro moqueguano, quien forjó a una de las familias más unidas y con lazos de parentesco muy humanos, humildes y de confraternidad y unidad familiar total.
Lamentablemente como toda vida dedicada al trabajo, a salir adelante con el esfuerzo y dedicación de un hombre que siempre pensó y procuro ayuda a su hija y nietos, pues su labor en el campo y su buena empatía con todas las personas que lo conocieron, esta terminó con un dramático y súbito golpe mortal, un 8 de diciembre del año 1985, este hombre en vísperas del día de la virgen de la Concepción en el distrito de Samegua, fue violentamente asesinado y después su cuerpo arrojado auna de las tomas de agua de ese distrito. La noticia caisó conmoción a toda la familia, el integrante forjador, más trabajador y sabio había dejado de existir, la policía de aquel entonces jamás dio con los criminales que lo asesinaron, apesar de las evidencias del hecho y apesar de la existencia de algunos testigos, que callaron para siempre.
Este 27 de julio celebramos una fecha más de su onomástico, y apesar de los pocos recuerdos que tengo de él, todos son gratos, muy buenos y nostñagicos que reverberan el alama de todo Jiménez que lo conoció vivió y compartió con él.
Aquel día él llegó a las 7 de la noche de su trabajo, trajo consigo, los riquísimos paquetes de galletas que solía comprarnos para mi hermano y yo, con su gigantesca barra de chocolate sublime, era celestial e inspirador esperra un sábado; eran las 9 de la noche y mi abuelo me pidió que le lustrase sus zapatos, al cual accedi inmeditamante, estabma limpios, pero le falta brillo, así que procedí con todo arte y destreza a dejarlos lo más relucientes posible, se los entregué u el muy gustos me dijo Gracias hijo, quedaron muy bien, ahora tendré los mejores zapatos de la fiesta" y yo me sentí orgullosísimo por el comentario.
Minutos después saliñó como siempre muy sonriente se despidió de mi madre y de mí puesto que mi hermano carlos dormía ya, fue al íltima vez que lo vi con vida, puesto que lamentablemente nunca más lo volvería aver con vida.
A la mañana siguiente, la noticia legó como un dardo pomzoñoso e hiriente, que me marco y resquebrajo el alma la vida, y me permitió reclamar a Dios por lo sucedido.
Hoy que ya son noventa años de su desaparición física te recordamos con todo el amor del mundo mi NOBLE ABUELO.
Lamentablemente como toda vida dedicada al trabajo, a salir adelante con el esfuerzo y dedicación de un hombre que siempre pensó y procuro ayuda a su hija y nietos, pues su labor en el campo y su buena empatía con todas las personas que lo conocieron, esta terminó con un dramático y súbito golpe mortal, un 8 de diciembre del año 1985, este hombre en vísperas del día de la virgen de la Concepción en el distrito de Samegua, fue violentamente asesinado y después su cuerpo arrojado auna de las tomas de agua de ese distrito. La noticia caisó conmoción a toda la familia, el integrante forjador, más trabajador y sabio había dejado de existir, la policía de aquel entonces jamás dio con los criminales que lo asesinaron, apesar de las evidencias del hecho y apesar de la existencia de algunos testigos, que callaron para siempre.
Este 27 de julio celebramos una fecha más de su onomástico, y apesar de los pocos recuerdos que tengo de él, todos son gratos, muy buenos y nostñagicos que reverberan el alama de todo Jiménez que lo conoció vivió y compartió con él.
Aquel día él llegó a las 7 de la noche de su trabajo, trajo consigo, los riquísimos paquetes de galletas que solía comprarnos para mi hermano y yo, con su gigantesca barra de chocolate sublime, era celestial e inspirador esperra un sábado; eran las 9 de la noche y mi abuelo me pidió que le lustrase sus zapatos, al cual accedi inmeditamante, estabma limpios, pero le falta brillo, así que procedí con todo arte y destreza a dejarlos lo más relucientes posible, se los entregué u el muy gustos me dijo Gracias hijo, quedaron muy bien, ahora tendré los mejores zapatos de la fiesta" y yo me sentí orgullosísimo por el comentario.
Minutos después saliñó como siempre muy sonriente se despidió de mi madre y de mí puesto que mi hermano carlos dormía ya, fue al íltima vez que lo vi con vida, puesto que lamentablemente nunca más lo volvería aver con vida.
A la mañana siguiente, la noticia legó como un dardo pomzoñoso e hiriente, que me marco y resquebrajo el alma la vida, y me permitió reclamar a Dios por lo sucedido.
Hoy que ya son noventa años de su desaparición física te recordamos con todo el amor del mundo mi NOBLE ABUELO.
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