CONCURSO NACIONAL DE REDACCIÓN 2011 - CUENTO B

AUTORA: CLAUDIA BADOINO MUÑOZ 5º AÑO - I. E. P. B. MAX UHLE

LOS HIJOS DEL DIOS SOL

Hace muchos años atrás un Inca deambulaba por su tierra con la esperanza de encontrar un lugar hermoso y perfecto para vivir, así como él muchos salieron en busca de un hogar ideal, pasaron por ríos, montañas, tierras desconocidas y largos caminos.
Pasados los días el inca llegó aun lugar con verdes pastos, tan verdes que parecían ser falsos una alucinación por la sed o y el calor del dios sol; se quedó a dormir en ese lugar y mientras descansaba escuchó música de flautas y quenas que parecían alejarse y acercarse, se levantó curioso de saber de donde provenían, pero al querer encontrarlos la música paraba y corrían vientos fuertes, regresó y se volvió a acostar, al poco rato volvió a escuchar la música y al levantarse volvió a parar, molesto se acostó y disimuló dormir, cuando empezaron a sonar las flautas y quenas, abrió suavemente  los ojos y vio, alas estrellas que bajaban del cielo y danzaban en círculo, cantando alegres y hermosas melodías.
Así los escuchó toda la noche meneando la cabeza y con cuidado de no alarmarlas, cuando empezaba a salir el sol, las estrellas regresaban al cielo y se perdieron un poco para regresar y contar lo que había visto, cuando se levantó encontró cerca a sus cosas: una flauta, una quena y una zampoña, contando las recogió y regresó a su casa en busca de su familia y algunos amigos que encontrase en el camino.
Luego un día de largo viaje llegó a su casa tocando la canción de las estrellas y trató de contarles su experiencia a su esposa e hijos, pero creyeron que era un sueño y no el dieron importancia al caso, luego de comer alistaron sus cosas, avisaron a sus amigos y emprendieron el viaje a ese hermosos lugar de verdes pastos con el deseo de  formar una nueva ciudadela.
En el camino el inca regaló a cada uno, los instrumentos que le dejaron las estrellas y empezaron a tocar diferentes canciones que les enseñaron sus ancestros.
Al llegar a ese hermoso lugar se quedaron asombrados y se instalaron, contribuyendo unas pequeñas casas de barro y paja fueron al río trajeron agua y prepararon la comida, para luego seguir trabajando. Al llegar la noche prendieron una fogata y se sentaron alrededor para contra historias, contarle a los dioses en agradecimiento e irse a dormir.
Cuando llegaba la media noche y el frío aumentaba decidieron tocar los instrumentos que el Inca les obsequió, se alistaron y tocaron la canción siguiendo al inca, primero suavemente, luego con más alegría, las mujeres se levantaron y comenzaron a bailar siguiendo la música tan agradable a sus oídos, al poco rato vieron pequeñas luces bajar del cielo tímidas e inseguras, quienes dejaron de tocar a todos los demás menos al Inca quien les dijo que lo siguieran y así las empezó a unir con mucho cuidado, para que no se asustaran, así empezaron a hacer rondas y a bailar, subiendo, bajando, avanzando en fila y muy alegres resplandecieron en el cielo y así todos los cerros se empezaron a transformar en verdes, emanaron luego hermosas construcciones de piedras neolíticas y complementándose el paisaje  iluminándose con la vida, en donde desde lo alto del cerro emanaron en manadas llamas, vicuñas, alpacas, chinchillas y cóndores en retozante vuelo, hipnotizadas por la música, desde esa mágica noche se formó Machupicchu con las estrellas, la música y los animales.