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LITERARIA

VALLEJO EN MIERCOLES

VALLEJO EN MIERCOLES Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño [...]

No fue este año exactamente un jueves, sino un miércoles, y que connotativamente tampoco fue un jueves sino un viernes también  de aguacero cuando el más grande bate peruano nos dejó. Simplemente hablar de Vallejo es configurar el extracto de la esencia de la poesía vanguardista en el Perú, la cosmopolita forma de asentir los versos de un visionario y condoliente poeta humanista, que prosó en verso las miserias y despojos humanentes; además connotó como ningún otro paradigmas nuevos de creación poética rompiendo los ostracismos ortodoxos de una prosapia versificación. París lo acogió en sus últimos momentos, retuvo su culminante suspiro de vida y con él su cuerpo físico entero, ya que Vallejo nunca regresaría en cuerpo a su patria, solo con el mensaje de su poemario póstumo más importante e influyente en la lírica universal "Poemas Humanos". Un 15 de abril se inmoló hacia la eternidad con sentimientos encontrados entre el postmodernismo y el vanguardismo, pero con un desafiante y firme pensamiento revolucionario consignado en letrillas y versos que como ordenadas y visionarias ideas se constituyeron en sesudos estudios y análisis por parte de grandes pensadores y cosmopólitas literatos y estudiosos de su cuantificable obra que circundó por todos los géneros de la época, desde  ensayos, poemas, cuentos, novelas, obras de teatro, artículos periodísticos, crónicas entre muchas otras otras formas de plasmar el sentimeinto que avivó su existencia y su pensar diferente y desierto aún de como trasuntar en la vida y denunciar metacognitivamente los excesos humanos con una condena existencialista plagada de dolor y de culpa personal, tal vez escrita insidiosamente en sus "Heraldos Negros"...

[...]Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.[...]

El undécimo hijo de la familia Vallejo Mendoza tuvo connotados rasgos indígenas pues sus abuelas eran indígenas de marcadas facciones mientras que sus abuelos sacerdotes gallegos influenciaron en el porte, alguna descripción física de un escritor español en 1931 lo describía como "un hombre muy moreno, con nariz de boxeador y gomina en el pelo”  Desde niño se le inculcó una vocación por el sacerdocio, de allí que muchos biógrafos consideran la mención de pasajes bíblicos o referentes en sus poemas. Obtuvo muchas experiencias que le sirvieron para apuntalar su convicción de escritor y  de los futuros argumentos de su creación, como el Tungsteno, inspirada tal vez en las minas de Quiruvilca que conoció, o el desdichado pasaje de su vida cuando fue encarcelado por tres meses en Trujillo y donde palpó la vida de los reos, escribiendo después el cuento "Mas allá de la vida y ..." que fue  ganador de un concurso literario en Lima.  Considerado como un sembrador de nuevas épocas de libertad, con Trilce va cimentándose un lugar en las letras peruanas y da pie antes  de Huidobro y James Joyce de nuevas técnicas literarias e invención de palabras. Luego plasmaría en la narrativa sus "Escalas melografiadas" y su "Fabla salvaje". Su vida intelectual estuvo entre las redacciones periodísticas y en las colaboraciones a muchas revistas limeñas y europeas que le reforzaron el juicio y espíritu crítico como ensayista.Por ello entre 1923 y 1929 su producción literaria solo se resume a redacciones periodísiticas y ensayistas "Contra el secreto profesional", con pobre y escasa literatura personal como se puede ver en sus "Poemas en prosa y una incompleta novela incaica "Hacia el secreto de los Sciris". Después del oscurantismo en 1931 publicaría su obra proletaria El Tungsteno así como Reflexiones al pie del Kremlin, lamentablemente muchas de sus obras que fueron publicadas postumamente, no las pudo publicar en vida como: Rusia ante el segundo plan quinquenal, Paco Yunque, Lock out, Entre las dos orillas corre el río, El arte y la revolución, así como la culminaciónde obras de teatro como "Presidentes de America" y cuentos
cortos como: El niño del carrizo, Viaje alrededor del provenir, Los dos soras, El vencedor, etc. Antes de morir culmina sus escritosa sueltos de Poemas Humanos, así como España aparta de mí este cádiz, inspirado en la revolución española que vio de cerca, y el drama de temática incaica Piedra cansada. Incansable y productiva vida literaria que ha legado a una cultura insipiente y feraz a la vez como es un construucto de patria y nación llamado Perú, país de todas y muchas sangres en concilio y en disputa.
 
[...]César Vallejo ha muerto,
le pegaban todos
sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro.[...]

Admirado en la actualidad pero ninguneado como ninguno y estrafalariamente criticado por el asentimiento de la conducta y actuar humano, prodigó por el prójimo, oró por el hermano, desnudo las enervadas acciones inhumanas, deploró las guerras, anunció con sentencia divina la diferenciación social y el manejo del poder en el dinero, e
indirectamente contra la pobreza, marginación y la posición de la explotación del hombre por el hombre.
 
[...]También con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos..

En su epitafio que merecen lágrimas de ausencia peruana, yacen dormidas estas palabras “He nevado tanto, para que duermas”. Se han precipitado tantas épocas nuevas, tantas personas han opinado diferente, han actuado distinto y el Perú aún no ha cambiado; han litigado y politizado este país muchos personajes, pero aún no hemos
cambiado de rumbo; han trasuntado tantas generaciones desde Vallejo que simplememnyte no conciliamos algo definitivo para una mejora. Que mensaje podemos extraer de una vida expresada en poesía pura, lírica y contundente, existencialismo innato, con personalidad acusiante y con pensamiento profundo y vivaz que ha trasbasado los continentes de innumerables de políglotas e ideólogos que han acogido y entendido a Vallejo, así como muchos que aún lo están tratando de asimilar. El tiempo y los días continuan sin detenimiento  y mientras no haya un cambio de estruictura y pensar simbólico, crítico y  creativo Vallejo no habrá calado minimamente en un sentir culto y propio del peruano, y con un estilo peculiar, pero divino y social nos aproximó a un Vallejo trascendente y existencialista, que marcó la diferencia en este país que aún no lo entiende ni valora a plenitud.

Loa al gran Vallejo, que un jueves de poesía en abril
conciliado en viernes de aguacero existencial y civill
es recordado un miércoles de vil connotación febril.

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